martes, 14 de junio de 2022

Cruzando el río

 Me da risa la expresión coloquial de "pegarse el show" que alude a que en determinado contexto, principalmente festivo, alguna persona realiza algo que excede el comportamiento esperado. Se asocia a rupturas, estado de ebriedad o simplemente un desahogo. En algunos casos, aparejado de arrepentimiento tras las consecuencias, como algún desatinado que consideró que era buena idea registrarlo y llevarlo a la viralización en redes sociales. 

Sin embargo, hoy me quiero centrar en la expresión "pegarse el salto", que alude a tomar una acción de riesgo y las consecuencias que eso conlleva. Distinto del "piscinazo" que realizan los jugadores de fútbol, donde el arrojarse al césped, está planificado para obtener una ventaja que puede adquirir por la simulación de una falta. 

Pegarse el salto, implica algo de valentía. Sobretodo sin conocer el terreno dónde se pretende pisar, si es en altura, saber si se porta o no un paracaídas. Pero desde épocas inmemoriables, los seres humanos se han desplazado motivados pensando que más allá hay algo mejor que en su situación actual. Algunos podrán decir que es sólo motivados por suplir necesidades básicas, como saciar el apetito. Pero me gusta pensar que hay un espíritu aventurero en cada uno, de exploración y que si bien, todos pueden tenerlo, las condiciones contextuales son las que terminan limitando aquellas posibilidades. 

En términos técnicos, se conocería como salir de la zona de confort. Pero eso lo encuentro muy siútico y en los contextos que lo he oído, termina siendo más un cambio de perspectiva que un desplazamiento. El éxito no está garantizado, pero quién no se arriesga ¿cómo cruza el río? 



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