jueves, 2 de junio de 2022

Natural desastre

Me encanta pensar que las mujeres somos cíclicas. Pensar que el primer calendario era de 28 días y que fue hecho por alguna mujer que murió en el anónimato tras tremendo descubrimiento ¡me apasiona! Pero un gran poder implica una gran responsabilidad. Es conectar con la energía de la vida. Asociarlo a la inflamación, dolor, movimiento, fluir; echa por tierra la conexión mas espiritual que se pueda tener con el ciclo.
Pero los días de fertilidad, se nota esa energía diferente. La electricidad en el aire, el brillo en la piel; nos une a la naturaleza. A la especie femenina atrayendo a su víctima. Cada cual con sus atributos. La estandarización y cultura machista nos hizo avergonzarnos de la coquetería y sentirnos culpable si fluíamos en un caudal impredecible. Eso me recuerda a esas lluvias inesperadas, algo de la isoterma, que dice Michel Adams en el pronóstico; explica que hay zonas que debería nevar, cuando llueve el caudal trae sedimentos, desprendimientos de tierra, piedras. Ella concluye que no se puede hablar de un "desastre natural" incluso refiere que ambas palabras no deberían estar juntas en una misma oración. Así somos las mujeres: impredecibles. Y si hay desastres de este ciclo, recordar que no se puede hablar de desastre, algo que es natural. 

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