viernes, 27 de agosto de 2010

Re-volver




Ante todo el rojo del odio, hubo un timbre en la puerta que pronto hizo cambiar las tonalidades.

__ No hubo necesidad de planificación, ahí estaban en la casa conversando cada cual más extrañados de volverse a ver. Nada costó comenzar a hablar porque las palabras tienden a fluir, sobre todo en ese tipo de personas. Se había cumplido lo casi imposible, la voluntad estaba y aunque pareciese que eso es lo único que vale faltaba el hacer o la iniciativa de éste.

__ Evitaron involucrarse en temas como ¿hubo alguien más en la ausencia?, ¿dónde estuviste?, ¿me extrañaste?... lo que sí importaba era saber si estaba bien y qué se podía hacer con lo que viniera. No, el futuro se vería más adelante. Importaba solamente esa presencia sorpresiva, bastó esto para dejar el rencor.

__ De la nada salió la frase más esperada: "Ahora no me iré". En el momento no se le quiso dar más trascendencia, pero el significado que tenía era que las cosas iban a comenzar de nuevo, esta vez correctamente. Era evidente la felicidad que había en ambos, con un beso sellaban el nuevo "trato".

__ Por su puesto que después de ese día, mucho se cuestionaron de que si las cosas están saliendo tan bien, por qué antes se había fracasado. A lo único que se puede llegar es que el miedo los invadía, por suerte ahora era tema superado.

Y si se fracazara de nuevo, ¿qué más por hacer?