viernes, 15 de septiembre de 2023

Ser amiga de mi ex ¿qué puede salir mal?

     En el afán de convertirse en un ser de luz, es que hay una preferencia de no guardar renconres y dejar fluir. Sin embargo, surge la interrogante, qué tanto conviene evitar el conflicto y terminar en "buena onda" o preferir un cierre rotundo del vínculo. Cuando se aborda en los diferentes contextos, como por ejemplo, laboral, relacional, familiar u otro, se usa la frase que "hay que elegir que batallas pelear", pero respecto a los términos amorosos específicamente ¿se podrá terminar en buenos términos y no dar esa lucha? 

        Fue el caso de una amiga, quien atravesó una serie de cambios simultáneos al término de la relación por lo que acordaron terminar con su ex en una relación de amistad. Hubo un tiempo donde esta estrategia funcionó, uno que otro like en las historias de Instagram y mensajes que con el paso de los meses empezaron a reducirse en cantidad y extensión, hasta ahí, se concluiría que salió bien. Sin embargo, el problema se presentó cuando una de las partes prefirió tener una relación abierta, posterior a esta relación por años y que su ex, lo entendió como tener "chance" de retomar el vínculo. En una interpretación bastante sesgada de "abierta", que por supuesto, le excluía sin él enterarse, es que ante el rechazo de esa opción, cataloga a quien había sido su pareja como "promiscua". Mi amiga quedó impactada por su juicio de valor y cuestionamientos, sin tener una relación en la actualidad, más allá de esta extraña amistad. Acto seguido se procedió a eliminar y bloquear de la red social. Un pajarito por ahí, reveló que posterior al término, él habría tenido bastantes parejas más y que entre los nombres de esa larga lista surgió uno conocido. Esa fulanita era ex de la actual pareja de mi amiga, una especie de cambiaditas, sin saberlo entre ellos. 

        Otra amiga, hizo el término muchos años atrás, caracterizando por un duelo que se vivió dentro de la misma relación. Recientemente, recibió un mensaje de él, con una preguntas generales, pero que evidentemente tenían un objetivo claro: juntarse. Ella accedió anticipando la jugada. La conversación se dio de forma natural, la conversación se basó en un resumen de lo que había sido de sus vidas durante esos largos años, lamentablemente, sin mucha variación para ambos. Un encuentro sexual, con la advertencia que no sería mas que eso, pero dejando abierta la posibilidad de que vuelva a pasar. Mi amiga rehusó esa opción, solo era ese encuentro para cerrar el ciclo, pero teniendo claro que lámina repetida no completa el álbum. Recientemente, llegó un nuevo mensaje, que quedó en un visto para no responder. 

        Por último, otra amiga, recibió una cobranza de una tienda comercial. Era su ex quien había usado su cuenta para aperarse en vestuario. Esto la obligó a desbloquear el número y llamarlo para pedirle explicaciones. Aunque se deshizo en excusas y prometió pagar hasta el último peso, propuso que èl no gastaría tanto si volvieran a vivir juntos, como lo hicieron cuando fueron pareja.  Así que siendo el colmo de la desfachatez, eso terminó por echar por tierra el último atisbo de amistad. 

        Los relatos son diversos y numerosos, que hacen pensar que ante la pregunta ¿qué puede salir mal? la respuesta es "todo". Se recomienda abrir los círculos de amigos, que probablemente estando en una relación se redujeron. Se sabe que también hay personas que relatan historias donde el ex es amigo de la pareja actual y se dan relaciones nutritivas entre todos, pero despiertan profundas sospechas respecto al tipo de vínculo que se sostiene en las relaciones, por lo que no se incluyen en este escrito.