viernes, 21 de mayo de 2010

¿Juntémonos?

Tantos intentos por acallarme, sí lo conseguiste, pero seguí estando acà, bien adentro. No te culpo, no eres la única,siempre me asocian erradamente al mal, sólo soy naturaleza misma, qué difícil son las introspecciones y darse cuenta que no es paisajismo. 
Como ves, y te percatas con un susto excitante, sigo acá con más fuerza que nunca. Ya no en silencio, porque la pasividad me cansa. Quiero actuar y que todos me vean, que no me sientas ajeno porque soy más tuyo que tus ojos. No te haré nada malo, sólo te revelaré. 
No luches en mi contra, sé mi aliada, linda. No sufras, que eso impide ver lo gracioso que resulta. No te arrepientas de lo que no lo merece. Vamos, es agradable ser.
Guardar tanto para el futuro, es un negocio arriesgado. Las oportunidades se dan sólo una vez, y si no resultan, el futuro se encargará del remedio del olvido. Un recreíto, una distracción barata, de ahí vendrá la vida y sus obligaciones. 
Me dejaste el teclado y me expresé, me dejas un par de horas y me esmeraré por hacerte feliz, dar el paso al lado no quitará la ansiedad, ni el deseo de más. 
Adiós, seguiré estando contigo... trata de no despertarme tan temprano en las mañanas, me gusta enredarme en las sábanas. 

domingo, 16 de mayo de 2010

sábado, 15 de mayo de 2010

Dulce Compañía

- ¡Hola!¿de nuevo acá?

- ¿Hola? no te sorprendas tanto, siempre vengo.

- ¡Ah! es cierto, recuerdo haberte visto un par de veces.

- Yo creo que te conozco hace años, hay algo en ti que me resulta un poco familiar, es como...

- ¿Como si nos conociéramos de antes? no, eso es imposible, yo soy nuevo por acá.

- Hmmm, era un decir.

- Ah! Sí, sí a mí también me ha pasado! uuh! Una vez me pasó que... (silencio)

-  que...

- No, mejor no, jajaja, ¡qué loco!

- Siempre haces lo mismo. Pero ahora me iré y te dejaré sin compañía.

- ¿Te irás?

- No, me quedaré un momento más, pero sólo un poco más. 

- No te vayas, juguemos a algo... mira - Saca un libro de sopa de letras y señala algunas palabras- ya, todas estas te van a tocar a encontrar a ti y el resto serán mías

- No tengo lápiz.

- Yo tengo uno, hmmm, bueno ahí te lo voy prestando, cuidado que soy profesional en la sopa de letras.

- ¿Y qué si pierdo?

- Me traes un chocolate, alguno grande... ¿tú qué quieres en caso que pierda?

- Un lápiz, uno para jugar a la sopa.

- Ya, ¡listo!

- Acá encontré una

- A ver, a ver, sin hacer trampas ¿ah?

- ¡Mira, otra!

- Ya, me voy a poner las pilas mejor... ya quisiera comerme ese chocolate con alemendras

- ¿Con almendras?

- Claro, tiene que ser uno bueno, alguno que esté a mi nivel.

- ¡Oh! mira la hora, ya me debo ir. Se cancela el juego. Chao- se levanta, se va alejando- nos vemos.

 

domingo, 2 de mayo de 2010

Mi vecino escucha tango

En la tarde mi vecino escuchó tango, toda la tarde, llenaron su casa las graves notas de los bandoneones. Sin querer también melodías tenues traspasaron la débil muralla, oyéndose desde mi casa también.  Un aire de vanidad me hace pensar que él ha puesto esas gratas melodías por mí, pero vuelvo a la realidad y pienso que ni siquiera sabe que existo...

El otro día mi vecino salió a comprar, yo iba un poco más atrás, por la prisa él dejó las llaves puestas en la reja, yo me aproximé a entregárselas, me agradeció sonriéndome. No he dejado de pensar si lo hizo con alguna intención.

Pensando y creyendo que a él le gustaban los mensajes traviesos yo decidí agujerar la muralla para poner un cuadro, a simple vista invisible, pero yo sabía que estaba ahí. Mi vecino también lo había descubierto, porque al día siguiente había una especie de cable que pasaba de su casa a la mía, por el agujero que había echo el día anterior, pero además de eso no noté nada más.

Sin entender mucho, quise deshacerme de mis pensamientos, que todo había sido casualidad simplemete, que todo volvía a la normalidad. Fue entonces que tomé valor y en una caja que tenía vacía junté todos los Pensamientos, no fue cosa fácil juntarlos, pues se escabullían traviesamente. Cuando por fin los tuve los llevé al Río para que Él también se experimentara lo que es sentirse querido por su vecino. La deposité y me fui.

Al día siguiente estaba en la puerta de mi casa, la caja con un mensaje en su exterior que decía: "Dame una oportunidad"