Vida de Perros

Frente a mi casa se acumuló un cerro de escombros, el que en pocos días se convirtió en un microbasural.

Se puede distinguir latas de cervezas, armazones metálicos viejos y otros materiales sólidos.

Lo que tampoco falta en las poblaciones son los perros vagos, uno de ellos deambulaba por ahí y consideró que era un buen lugar para pernoctar. Para su fortuna entre la basura, alguien botó un trozo de esponja. Era pequeño colchón y al estar sobre una superficie irregular tambaleaba un poco; sin embargo, el perro se acomodó de tal manera que descansó sobre el que vendría siendo el Rossen de los caninos abandonados.

La pregunta que me surge es cómo se puede comparar la vida de las personas con la de los animales. Yo misma he conocido realidades de personas que duermen en la humedad que al perder la conciencia a causa del alcohol o drogas, les llega el sueño donde les pilla y sin considerar si la superficie es cemento, piedras.. duermen, sin descansar.

La vida de perros, que siempre se usa en un tono peyorativo, logra tener más dignidad que incluso muchos humanos, de los que se espera cierta racionalidad.

La insoportable levedad del ser

"Tenía unas ganas terribles de decirle, como la más trivial de las mujeres: «¡No me abandones, no dejes que me vaya, dómame, esclavízame, sé fuerte!». Pero eran palabras que no podía ni sabía pronunciar"

Final Feliz, Jazzimodo (Cortar y pegar)

Mírame,

Un segundo más

Que lento pasa el tiempo

Si tus ojos son sólo

Para mí

Y soñar
Muy de pronto es tan real

Guárdame

En tu corazón
Y no me dejes ir
Hasta q llegue el momento
De los dos
Y volar
Lejos por el cielo azul

 

El día llegará

Los pajaros vendrán

Con dulces melodías
Y el sol
Brillará para los dos

Pálido

Es el niño que jamás podría gustarme. Nada de mi gusto, pero algo ha hecho tener con él cierta familiaridad. Un grado de simpatía (no sé si recíproco). Algo de timidez y expresividad de su comportamiento, ha hecho sacarme varias sonrisas.

Me ha hecho pensar qué pasaría si me llegara a gustar alguien algunos años menor que mí. Y aunque la idea no me agrada del todo, creo que debo dejar mis muchos prejuicios frente a los hombres y ceder en algunas cosas.

Por ahora, no quiero volver a tener pareja (ni mayor, ni menor). Pero quizás si tuviera sea alguien en que jamás lo hubiera pensado.

Polilla

Este juego no es tan diferente al que hace la polilla al perseguir las ampolletas hasta enceguecer,  trata de llamarlo y saber que está ahí (Sin Costo, sin molestias, sin incomodarlo), pero con el riesgo de sufrir nuevamente lo mismo por la misma persona. Entonces, cualquiera pensaría que seria un juego al que ni siquiera se le pasaría por la mente. Sin embargo, acá estoy yo con el celular en la mano, esperando que al marcar me envíe a buzón de voz, que marque y que no me conteste, que no me devuelva la llamada.  Cabe de todas formas la posibilidad, de que sí conteste y que si caiga en la trampa una vez más, cuando aún se notan las magulladuras de la caída anterior.

Es entonces preciso tener orgullo - o como quiera que se llame- y morderse los labios. No llamar, no buscarlo de nuevo. Yo soy quién decido, quién fija los límites (equis distantes), pero no puedo hablar con él sin sonreír, sin recordar tantos momentos cotidianos que vivimos juntos.

¿Acaso quiere decir que cambiaré los rasguños por esos escasos momentos de sonrisas?

Conversación pendiente

         No hoy, no mañana, me gustaría volver a verte -sin haberlo fijado- digamos sólo casualidad. Apartarnos y tener una conversación, donde no quiero escuchar lo feliz que fuiste después de nuestra ruptura, ni lo desolada que quedé yo. Sólo saber por primera vez qué pensabas, qué opinión tenías sobre todas las cosas que nos sucedieron. 

         Sé que lo de volvernos a ver es prácticamente imposible sin que lo planeemos, sin embargo lo del "mundo es un pañuelo" es más que una frase. Pero mientras yo me mantenga de Linares al norte y tú sigas de Chillán al sur, se mantendrá el orden cósmico.

 

         Idealmente, sería no volver a vernos. No obstante lo anterior, si nos volvemos a ver que sepas que no te guardo rencor ni amor. Sólo un buen recuerdo de una relación que tiene inicio y fin.

 

          No hoy, no mañana tener la conversación que no tuvimos no hoy, no ayer.