sábado, 2 de julio de 2011

Quiebre

¿Que te llame? ¿Que hablemos? ¿Que te busque?
Vamos aclarando este asuntito, como diría Arjona. Si no te llamo es porque borré tu número, porque no quiero hablar contigo ni saber de ti. No quiero escucharte porque estar lejos de ti ha sido lo mejor que me ha pasado. Nadie me arma shows, no tengo que aguantar pesadeces. Realmente viviendo el Locus Amoenus, el paraíso terrenal sin ti.

Otra cosa distinta es que asumas que tú quieres buscarme y que hablemos porque todo el resto se aburrió de ti. Te aviso que yo también, ya tiré la esponja. Necesitaba apartarme y descubrir que fui tonta, pero que ya no más. Sólo tienes la intención de buscarme, aunque no te atreverás a buscarme como yo lo hice en su momento (qué tonta!). Te conformarás y cuando te des cuenta que estés solo, quizás ahí asumas que te hago falta. Tú no me haces falta, me haces daño.

En Quiebre Indefinido, porque no hay voluntad de llegar a acuerdos. Incompatibilidad en los intereses, en los caracteres, en todo. Irremediablemente roto.

1 comentario:

  1. "Tú no me haces falta, me haces daño"

    Me mataste con esa. Qué mejor forma de decirlo.

    ResponderEliminar