martes, 19 de julio de 2011

Estación de Metro (by me)

Yo sé exactamente en qué estación encontré el amor y en cuál lo perdí. Si tuviera más habilidades hasta podría determinar exactamente los breves minutos que duró el encuentro. Son siempre momentos fugaces de felicidad seguidos de horas eternas de arrepentimiento. Dónde una llega a cuestionarse ¿habrá estado bien no haber dicho nada? ¿Hice bien? Un contacto visual y una mueca al bajarme.

Él permaneció en el vagón, si yo seguía me perdería.(Y vaya qué perdería!) Ya estaba trazado mi destino, no tenía previsto desvíos. Pero cuántas otras veces me he bajado una estación después para luego retroceder. ¿Por qué esta vez no? Nunca consideré un adiós tan largo. Ya nos habíamos encontrado en "esa" estación y despedido en "aquella otra". ¿Cuál sería la diferencia esta vez?

He recorrido mil y una vez ese trayecto del metro, con la esperanza que mi mirada vuelva a sumergirse en la suya. Siempre con resultados negativos. Yo no ando vagando entre las estaciones, mi situación no es la misma que escribió el poeta. Yo tengo hora aproximada y ubicación exacta, eran los vagones de al medio, esos que al bajarse dejan justo en la única salida del Metro Las Rejas (de Oeste a este).

En lo que si coincido con el genial Oscar Hahn es que son desdichados a los que les pasa. "desdichado aquel" (des- beatus ille) Yo fui feliz las veces que el desierto me entregó varias veces el mismo paisaje. La imagen terminó por desvanecerse, el viento arrasó. Cada vez el metro me entrega personas distinta, pero no a "mi" persona.

Lo tuve y lo perdí. Sólo entonces descubrí que estaba enamorada

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