- ¡Hola!¿de nuevo acá?
- ¿Hola? no te sorprendas tanto, siempre vengo.
- ¡Ah! es cierto, recuerdo haberte visto un par de veces.
- Yo creo que te conozco hace años, hay algo en ti que me resulta un poco familiar, es como...
- ¿Como si nos conociéramos de antes? no, eso es imposible, yo soy nuevo por acá.
- Hmmm, era un decir.
- Ah! Sí, sí a mí también me ha pasado! uuh! Una vez me pasó que... (silencio)
- que...
- No, mejor no, jajaja, ¡qué loco!
- Siempre haces lo mismo. Pero ahora me iré y te dejaré sin compañía.
- ¿Te irás?
- No, me quedaré un momento más, pero sólo un poco más.
- No te vayas, juguemos a algo... mira - Saca un libro de sopa de letras y señala algunas palabras- ya, todas estas te van a tocar a encontrar a ti y el resto serán mías
- No tengo lápiz.
- Yo tengo uno, hmmm, bueno ahí te lo voy prestando, cuidado que soy profesional en la sopa de letras.
- ¿Y qué si pierdo?
- Me traes un chocolate, alguno grande... ¿tú qué quieres en caso que pierda?
- Un lápiz, uno para jugar a la sopa.
- Ya, ¡listo!
- Acá encontré una
- A ver, a ver, sin hacer trampas ¿ah?
- ¡Mira, otra!
- Ya, me voy a poner las pilas mejor... ya quisiera comerme ese chocolate con alemendras
- ¿Con almendras?
- Claro, tiene que ser uno bueno, alguno que esté a mi nivel.
- ¡Oh! mira la hora, ya me debo ir. Se cancela el juego. Chao- se levanta, se va alejando- nos vemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario