lunes, 28 de marzo de 2016

Si fuera ave


El día que sea ave, seré ese pato negro y exótico que he visto en la ribera del Achibueno. 
Encontrar bello algo tosco, negro, sin colores, parece que estuviera fuera de la norma. Por eso el poema de la Higuera de Juana de Ibarbourou es tan popular, por encontrar un árbol de hojas tiesas. En realidad, el sentimiento de ella es piedad. Yo a ese pato negro le tengo admiración, busca la rama más débil, del árbol más alto, del cerro más empinado. Qué paisajes bellos guardan esos ojos oscuros. 

También lo he visto nadar en el río, busca las parte más cercana a las rocas, prácticamente con todo el cuerpo en la superficie y son sus patas las que permiten el movimiento. Como todo pato, imagino q al salir del agua, está completamente seco. Lo que en cierta medida, es envidiable también. 

Yo lo he visto en el "Santuario de la Naturaleza", pero los humanos no entendemos eso. Recientemente, supe que los cazaban, pese a su carne dura y escasa. Por cada bandada de otras aves, yo he visto un pato... bueno, una vez vi dos. Se peleaban la endeble rama. 

Aunque puede ser un poco intimidante por el color (se nos ha enseñado que lo "oscuro" es malo) o por su pico grueso, yo admiro a esos patos del Achibueno

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