lunes, 28 de marzo de 2016

Requiebro


Desearía volver a cuarto medio, sabiendo las cosas que sé ahora. 
No son esas remembranzas, con el recuerdo de "juventud"que a las personas mayores les traen tantas alegrías. Tampoco quiero que suene a que ahora me las sé todas y que antes no cachaba una. Sólo que hubo un conocimiento formal que aprendí de mi familia, que potenció mi área académica, pero hubo deficiencias en otras áreas.

Recuerdo con algo de vergüenza, mis fallidos intentos por negar mi naturaleza de mujer, a la que responsabilicé tanto tiempo por todo lo malo que me aconteció. Aquel niño al que le hablaba de fútbol,cuando realmente, quise abrazarlo, quise decirle que me alegraba su compañía y que al verlo ahora, sólo representa mis miedos de pubertad. A veces sueño y repaso eso (ya no sé por qué se hace tan latente ahora) lo revivo y me replanteo cómo sería la situación con lo que sé ahora, sin acobardarme, sin idealizar todos los momentos.
¿Qué voy a hacer ahora? Nada, ya pasó. Pero la pubertad vuelve a mí con sus miedos, cuando tenía que decidir a dónde irme y me aterraba el desafío. Todo era cambio constante y a mí me gusta la estabilidad. He vuelto a ese mismo agujero, como cae cualquier auto empantanado que conoce el camino sólo de verano, pero ha cambiado junto con las lluvias. Lejos de retroceder, sigo avanzando y llevando la mochila de los miedos como suela de zapatos donde pueda pisarlos o usarlos de trampolín para llegar a un destino mejor del que me encuentro. 



Dedicado: Al compañero que rayó mi estuche de Minie con la inscripción "GB"

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