lunes, 22 de julio de 2013

Despedida

Cuando te fuiste, sólo me dejaste una barra de chocolates. No fue tanto como que me la dejaste, sino más bien que se te quedaron. Aún así me gusta pensar que algo que me quisiste dejar. Algo más que un "adiós" que poco tenía de "hasta luego".

Los chocolates me los he ido comiendo lentamente, porque mucho temo que al terminarlos, concluya el único débil lazo que me queda contigo.

¿Qué puedo decir?¿Es acaso que me sigue dando miedo una despedida, después de las muchas que ya hemos tenido? No, ya estoy acostumbrada, ahora vuelvo a la normalidad. Estoy sola. 

Mal que mal, la vida entera es sólo un cúmulo de saludos y despedidas.

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